No, si has llegado a esto buscando un parque de atracciones basado en la serie LOST o buscando a alguien que se haya perdido en un parque acuático, esta no es la dirección. Cambia, rápidamente.
Esto es solo para alabar, una vez más, a esa genial serie llamada LOST. Para mí está LOST, y luego está el resto de serie, vaya por delante.
El otro dia le daba vueltas a la cabeza para ver con qué podría comparar dicha serie, y me acordé cuando fuí por primera vez a un parque acuático. La verdad es que estaba flipando, como habrán hecho todos los niños (y eso que soy casi hidrófobo). Acercarte a la atracción estrella es más o menos como encarar LOST. Te la puedes encontrar de casualidad, o vas directamente por recomendación de algún amigo que hay ido antes. Solo verla e ir hacia la escalera te llena de emoción, imaginándote las posibilidades que tiene. Esta sería la primera temporada.
La segunda temporada sería como estar subiendo las escaleras. Quizás es la parte más esperanzadora y la que más esfuerzo tienes que hacer.
La tercera es la del bache, llegas arriba y tienes que hacer cola. Estás allí parado, viendo la rampa que hay, sabes que te tocará dentro de poco, pero no ves el momento de meterte dentro del tubo.
La cuarta temporada es cuando te tiras por la rampa y empiezas a acelerar. Se te dispara la adrenalina, disfrutas del momento.
La quinta es cuando llegas al famoso recodo, ese en el que si no te has colocado correctamente, te puedes hacer daño, ese en el que sabes que después de esa curva, se te acabará el viaje. Pero también ese que precede al momento álgido y a la catarsis, que es cuando llegas al final y caes en la piscina.
Pero eso será en la 6ª temporada. De momento, me quedo con esa última curva, consciente del poco camino que queda, de lo bien que me lo estoy pasando y esperando ese último chapuzón.
Solo espero que cuando llegue abajo, no haya nadie y nos golpeemos.
Esto es solo para alabar, una vez más, a esa genial serie llamada LOST. Para mí está LOST, y luego está el resto de serie, vaya por delante.
El otro dia le daba vueltas a la cabeza para ver con qué podría comparar dicha serie, y me acordé cuando fuí por primera vez a un parque acuático. La verdad es que estaba flipando, como habrán hecho todos los niños (y eso que soy casi hidrófobo). Acercarte a la atracción estrella es más o menos como encarar LOST. Te la puedes encontrar de casualidad, o vas directamente por recomendación de algún amigo que hay ido antes. Solo verla e ir hacia la escalera te llena de emoción, imaginándote las posibilidades que tiene. Esta sería la primera temporada.
La segunda temporada sería como estar subiendo las escaleras. Quizás es la parte más esperanzadora y la que más esfuerzo tienes que hacer.
La tercera es la del bache, llegas arriba y tienes que hacer cola. Estás allí parado, viendo la rampa que hay, sabes que te tocará dentro de poco, pero no ves el momento de meterte dentro del tubo.
La cuarta temporada es cuando te tiras por la rampa y empiezas a acelerar. Se te dispara la adrenalina, disfrutas del momento.
La quinta es cuando llegas al famoso recodo, ese en el que si no te has colocado correctamente, te puedes hacer daño, ese en el que sabes que después de esa curva, se te acabará el viaje. Pero también ese que precede al momento álgido y a la catarsis, que es cuando llegas al final y caes en la piscina.
Pero eso será en la 6ª temporada. De momento, me quedo con esa última curva, consciente del poco camino que queda, de lo bien que me lo estoy pasando y esperando ese último chapuzón.
Solo espero que cuando llegue abajo, no haya nadie y nos golpeemos.
