Sitges 2011: Kill me, please


"Kill me, please" es una película belga que seguramente no dejará indiferente a nadie. Indiferente por varios motivos. Uno, y quizás principal es por el tema tan delicado que trata: la eutanasia, y otro de los principales, cómo está contado todo esto.
Pero ¿de qué va? El doctor Kruger tiene una clínica donde da asistencia a las personas que quieren morir. Vamos, que practica la eutanasia por un módico precio.
Poco a poco veremos como actúa el doctor, intentando dignificar la palabra "suicidio", e intentando por todos los medios que sus pacientes renuncien a morir. Si así lo desean finalmente, les concede su petición e intenta por todos los medios llegar a cumplir su último deseo.
A partir de aquí, iremos viendo los diferentes pacientes de la clínica, pacientes terminales en
todos los sentidos, totalmente desinhibidos algunos, otros totalmente idos, caprichosos, egocéntricos y convencidos completamente que cerca de su final, todo les es permitido.
Una sucesión de acontecimientos provocará situaciones confrontadas en cada uno de ellos.


Dependerá de cada espectador, está claro, pero sin darme cuenta, me encontré riendo a mitad de la película, y es que la película rezuma humor negro no, negrísimo, a costa de estos personajes, sus situaciones y todo lo que rodea, tanto a ellos como a la clínica en sí. De todas formas, dependerá de cuanto llegue uno a alienarse de la situación y entrar en estado cómico. Si no llega el espectador a dar la vuelta de tuerca necesaria, se encontrará un dramón y un vacío tan grande como el blanco y negro de la película y su falta absoluta de banda sonora.
En todo caso, la perplejidad está asegurada.
Se puede uno reír de la muerte? Prueben a ver...

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