"Pero esto qué .... es?!" Es lo que me pasó por la cabeza cuando llevaba ya más de media hora de peli. Estaba flipando, pero no podía dejar de verla.
Y es que Symbol es una de esas películas bizarras que te mantienen enganchado sin saber muy bien por qué, lo mismo que pasa con los programas de Maria Teresa Campos.
Empecemos desgranando de qué va esto de Symbol. Con título original "Shinboru" (2009), está escrita, dirigida y protagonizada por el humorista Hitoshi Matsumoto
La película cuenta dos historias paralelas: la primera, más "convencional" nos muestra a una humilde familia mexicana donde el cabeza trabaja como luchador profesional, dando vida a Escargot Man, para deleite y admiración de su hijo pequeño.
Por otro lado veremos como un japonés (Matsumoto) se despierta de repente en una habitación blanca, impoluta. Desorientado y confuso, descubre un montón de "pililas" de querubines que cuelgan de las paredes. Cada una de estas "colitas", cuando es presionada, deja de regalo un objeto, desde un jarrón a un corredor africano que atraviesa las paredes cual fantasma. Con todos estos objetos deberá encontrar una forma de salir de tan absurdo cautiverio.
Lo extraño de todo esto es que mientras vemos la historia del luchador mexicano como un retrato costumbrista (un poco raro, eso si), la historia del cautivo es una contínua muestra del humor más clásico del cine: puro slapstick.
Y aunque la historia sabes que te llevará a un punto determinado o quizás porque te está preparando para eso, ocurre uno de los gags más desternillantes que haya visto últimamente.
Pero no solo encontraremos humor en este film en el que nosotros mismos estaremos tan desorientados como el protagonista, también hay momentos oníricos y quizás también para la reflexión puramente metafísica. Bueno, quizás "metafísica" no sea la palabra adecuada, pero me han dicho que los críticos la ponen a veces y acojona.
Nada más, que solo me queda recomendar esta película por varios motivos: porque es muy original, porque es divertida y porque es diferente. Y eso, en los tiempos que corren es bastante dificil de encontrar.
Eso si, avisados quedáis que también es más rara que ver colgando los cojones de un querubín.
Empecemos desgranando de qué va esto de Symbol. Con título original "Shinboru" (2009), está escrita, dirigida y protagonizada por el humorista Hitoshi Matsumoto
La película cuenta dos historias paralelas: la primera, más "convencional" nos muestra a una humilde familia mexicana donde el cabeza trabaja como luchador profesional, dando vida a Escargot Man, para deleite y admiración de su hijo pequeño.
Por otro lado veremos como un japonés (Matsumoto) se despierta de repente en una habitación blanca, impoluta. Desorientado y confuso, descubre un montón de "pililas" de querubines que cuelgan de las paredes. Cada una de estas "colitas", cuando es presionada, deja de regalo un objeto, desde un jarrón a un corredor africano que atraviesa las paredes cual fantasma. Con todos estos objetos deberá encontrar una forma de salir de tan absurdo cautiverio.
Lo extraño de todo esto es que mientras vemos la historia del luchador mexicano como un retrato costumbrista (un poco raro, eso si), la historia del cautivo es una contínua muestra del humor más clásico del cine: puro slapstick.
Y aunque la historia sabes que te llevará a un punto determinado o quizás porque te está preparando para eso, ocurre uno de los gags más desternillantes que haya visto últimamente.
Pero no solo encontraremos humor en este film en el que nosotros mismos estaremos tan desorientados como el protagonista, también hay momentos oníricos y quizás también para la reflexión puramente metafísica. Bueno, quizás "metafísica" no sea la palabra adecuada, pero me han dicho que los críticos la ponen a veces y acojona.
Nada más, que solo me queda recomendar esta película por varios motivos: porque es muy original, porque es divertida y porque es diferente. Y eso, en los tiempos que corren es bastante dificil de encontrar.
Eso si, avisados quedáis que también es más rara que ver colgando los cojones de un querubín.
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