Sitges 2010: Rubber


"Rubber" es una encantadora tomadura de pelo. Además, no se esconde, lo dice bien claro al comenzar el film: ¿Por qué E.T. es marrón? No hay razón. ¿Por qué los dos protagonistas de "Love Story" se enamoran? No hay razón. Como esto hay mil cosas, porque nuestra vida está llena de sin razones. Así pues, que un neumático vaya matando gente quizás no es tan extraño. O si?
Pues si, esta es la premisa de la película de Quentin Dupieux (al que quizás algun noventero reconozca como Mr. Oizo, aquel de la canción Flat Beat, con el monete amarillo):



Ambientada en el desierto de California, vemos como un neumático toma vida y rodando, rodando, se va encontrando cosas por el camino y las va chafando. Cuando no puede chafarlas, "se enfada" vibrando hasta que explotan (sin razón alguna). Así, todo lo que se vaya cruzando por su camino será pasto de la destrucción. Ah, y todo esto mientras unos espectadores están viendo lo que pasa a través de sus prismáticos.

La verdad es que la historia tiene su miga, pero es que una vez has cambiado el chip y te metes dentro de la historia (o mejor dicho, la ves desde lejos con otro punto de vista menos serio), te ries mucho. Fué curiosa la reacción de mucha gente, ya que los que al principio reían con ella, al final no lo hicieron tanto, y al revés (entre los que me incluyo yo), que al principio estaban desubicados y luego se rieron a carcajadas.
Es tan absurda que llegas a reirte mucho con ella. La diferencia con otras pelis por el estilo es que ésta sabe lo que hace, mientras otras te ríes de lo ridículas que son.



Recomendada para: Los amantes del humor absurdo y mentes abiertas en general
No recomendada para: Amantes del cine de terror convencional y/o puristas del cine


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