No os ha pasado nunca que vais en el metro, tren, bus o bien estais esperando en la consulta del médico y os viene un friki y os cuenta su vida? Bueno, la otra opción es un abuelete-abuelita que también te cuenta sus penas y dolores, amén de vida y milagros de sus hijos y posibles niet@s.
Hoy me ha ocurrido eso dos veces. Una en la consulta del médico y otra en el autobús. No sé si es que tengo feromonas especiales que atraen a la gente más rarita o bien es que yo también soy friki y todavía no me he dado cuenta, siendo los de la misma especie quienes se reconocen.
En la consulta se me ha pegado un tipo con problemas psicológicos, que él mismo reconocía. Y acto seguido ha empezado a contarme su vida. Sin que yo se lo pidiera, a palo seco. Después de 25 minutos de asentir con la cabeza cual perrito de la bandeja de atrás del coche, por fín me han llamado y he entrado al médico.
Luego, en el autobús, y aunque llevaba el mp3 puesto, el otro friki no ha tenido ningún tipo de reparo en golpearme el hombro para ponerse a hablar conmigo. Esta vez he caído en la trampa, por aquello de "Si no puedes con tu enemigo, únete a él", y le he seguido el juego. Total, que el hombre al final se ha puesto a cantar en medio del autobús canciones de Joan Manuel Serrat. Algún pasajero se le veía cara de asustado, pero yo me lo he pasado muy bien, muy divertido.
Al final, a alguno de estos me lo llevaré a la radio, ya vereis.
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Hoy me ha ocurrido eso dos veces. Una en la consulta del médico y otra en el autobús. No sé si es que tengo feromonas especiales que atraen a la gente más rarita o bien es que yo también soy friki y todavía no me he dado cuenta, siendo los de la misma especie quienes se reconocen.
En la consulta se me ha pegado un tipo con problemas psicológicos, que él mismo reconocía. Y acto seguido ha empezado a contarme su vida. Sin que yo se lo pidiera, a palo seco. Después de 25 minutos de asentir con la cabeza cual perrito de la bandeja de atrás del coche, por fín me han llamado y he entrado al médico.
Luego, en el autobús, y aunque llevaba el mp3 puesto, el otro friki no ha tenido ningún tipo de reparo en golpearme el hombro para ponerse a hablar conmigo. Esta vez he caído en la trampa, por aquello de "Si no puedes con tu enemigo, únete a él", y le he seguido el juego. Total, que el hombre al final se ha puesto a cantar en medio del autobús canciones de Joan Manuel Serrat. Algún pasajero se le veía cara de asustado, pero yo me lo he pasado muy bien, muy divertido.
Al final, a alguno de estos me lo llevaré a la radio, ya vereis.
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