Sitges 2010: A Serbian film

Y con esta película, llegó el escándalo. Cuesta creer que a estas alturas, donde todo está más que visto, una película logre sorprendernos y que llegue a escandalizarnos, pero es que no es para menos. Pero antes de analizarla, veamos de qué va.


Un ex-actor porno, ahora felizmente casado y con un hijo, vive lejos de las cámaras que tanta fama le dieran en su país. Una colega de la profesión le llama para quedar y tomar algo. Le ofrece un trabajo, una vuelta a la pantalla para un único trabajo, eso sí, muy bien remunerado. Tras consultarlo con su mujer, el hombre accede a visitar al director. Éste resulta ser una especie de artista-psicólogo-director-qué-sé-yo que le pone sus condiciones: cobrará una pasta gansa pero tendrá que hacer lo que le digan, que básicamente es lo que hacía en sus películas, pero sin preguntar por lo que le ponen delante. La película, le cuenta, es para unos pocos privilegiados que pagan muy caro su visionado y pretende ser un estudio sociológico-artístico de la humanidad (por lo menos).
Nuestro porno-actor accede, pero en el momento en que le envían a su primer "trabajo", empieza a mosquearse, hasta que acaba descubriendo todo lo que hay detrás. A partir de aquí, las cosas se acelerarán y tomarán un giro muy brusco.

Ahora sí, vamos a ver qué es lo que ha generado tanta polémica.
"A Serbian film" es a partir de ahora uno de los máximos exponentes del denominado "torture-porn". No tanto por sus imágenes, que aunque alguna hay gore, como por las situaciones en las que se vé inmerso el protagonista, auténtica tortura física y sobretodo psicológica. No es tanto lo que se llega a ver como lo que se intuye. Es practicamente un recopilatorio de todas las perversiones del ser humano, algunas verdaderamente deleznables, asquerosas y horripilantes.


El problema, quizás, viene a la hora de ver la reacción que tendrá en la gente, como afectará, porque se presupone que la mayoría de gente es lo suficientemente adulta e inteligente como para no traspasar este infierno más allá de la sala de cine. Pero, y es un pero muy jodido, también puede haber gente que se lleve eso a su casa y que pueda llegar a "copiar" algún fragmento.
Aquí entraríamos en un debate largo que ya he tenido con más gente que la ha visto. ¿Es lícito hacer una película así? Qué sentido o qué finalidad tiene? Pretende remover al espectador con algún motivo o simplemente remueve mierda para que la gente vaya a verla? Es arte, es negocio o es perversión pura y dura?
Si un caso, que decida cada uno después de verla. Eso sí, aviso ya que no saldrá indiferente del cine, y que sin duda, puede afectar a la sensibilidad del espectador.

Recomendada para: Aquellos a los que el cine de terror les queda pequeño
No recomendada para: Personas que estén mal de la cabeza o demasiado cuerdas



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