Bien, la serie que os voy a recomendar no tiene nada de eso. Se llama, como habéis visto en el título: DETROIT METAL CITY, y os puedo asegurar que es una de las series que más me he reído últimamente. El dibujo no es preciosista, ni mucho menos. Tira a más bien malo, pero es su guión y lo insólito de su argumento lo que te acaba atrapando. Bueno, eso y la mala leche que destila, lo irreverente que llega a ser.
El manga original, creado por Kiminori Wakasugi en el año 2005 sigue editándose hoy en dia. Consta también de una adaptación Anime de 12 episodios y de una película Live Action.
Sin haberme metido en el manga y sin haber visto la peli hecha a propósito, me metí en el anime por recomendación de un amigo, y la verdad es que flipé en colores.
Tanta vuelta sobre el tema y todavía no he contado de qué demonios va esto.
Bien, Soichi Negishi es un chico universitario, tímido, de familia humilde de campo. Le encanta la música pop sueca (¿...?) y también el cine francés. A él le encantaría hacer música pop, muy ligerita, pero no tiene ningún tipo de audiencia. Está enamorado de una chica de su clase, pero por supuesto, le cuesta decirle cualquier cosa, cuanto menos declararle su amor.
Hasta aquí, más o menos corriente. Lo curioso es que el chico tiene una doble vida, ya que para poder ganarse un dinerillo, forma parte de un grupo de Death Metal que está revolucionando el panorama underground del país. Cuando Negishi se coloca su peluca y se pinta la cara, se transforma completamente en Johannes Krauser II, guitarrista y cantante de Detroit Metal City, y de ser un chico tímido pasa a ser una criatura demoniaca, soltando por su boca las canciones más reaccionarias que se recuerde, incitando a la juventud a matar a sus padres, a adorar al diablo, a patear a los cerdos capitalistas (tienen a una mascota-un señor mayor masoquista que se deja hacer).
En fin, una retahíla de letras que provocan más de un descaliento en las mentes bienpensantes y fervor entre todos sus seguidores.
Como os podéis imaginar, surgirán multitud de situaciones cómicas entre la auténtica personalidad de Negishi y la autoimpuesta como cantante exitoso.
Por la serie pasarán diferentes personajes. Todos tienen su cosita, pero me quedo con la manager del grupo, una mujer la mar de expresiva.
Cada capítulo son unos 15 minutos, incluidos dos temas, uno de DMC de cabecera y otro de la versión pop de Negishi como final. Entre medio, el descontrol y situaciones realmente dantescas.
La versión película incluye la aparición de Gene Simmons, el cantante de Kiss, grupo en el que está basado esta banda y que además da nombre al grupo (por su canción Detroit Rock City).
Aunque solo sea por curiosidad, echadle un vistazo. Para mí, totalmente recomendable.
El manga original, creado por Kiminori Wakasugi en el año 2005 sigue editándose hoy en dia. Consta también de una adaptación Anime de 12 episodios y de una película Live Action.
Sin haberme metido en el manga y sin haber visto la peli hecha a propósito, me metí en el anime por recomendación de un amigo, y la verdad es que flipé en colores.
Tanta vuelta sobre el tema y todavía no he contado de qué demonios va esto.
Bien, Soichi Negishi es un chico universitario, tímido, de familia humilde de campo. Le encanta la música pop sueca (¿...?) y también el cine francés. A él le encantaría hacer música pop, muy ligerita, pero no tiene ningún tipo de audiencia. Está enamorado de una chica de su clase, pero por supuesto, le cuesta decirle cualquier cosa, cuanto menos declararle su amor.
Hasta aquí, más o menos corriente. Lo curioso es que el chico tiene una doble vida, ya que para poder ganarse un dinerillo, forma parte de un grupo de Death Metal que está revolucionando el panorama underground del país. Cuando Negishi se coloca su peluca y se pinta la cara, se transforma completamente en Johannes Krauser II, guitarrista y cantante de Detroit Metal City, y de ser un chico tímido pasa a ser una criatura demoniaca, soltando por su boca las canciones más reaccionarias que se recuerde, incitando a la juventud a matar a sus padres, a adorar al diablo, a patear a los cerdos capitalistas (tienen a una mascota-un señor mayor masoquista que se deja hacer).
En fin, una retahíla de letras que provocan más de un descaliento en las mentes bienpensantes y fervor entre todos sus seguidores.
Como os podéis imaginar, surgirán multitud de situaciones cómicas entre la auténtica personalidad de Negishi y la autoimpuesta como cantante exitoso.
Por la serie pasarán diferentes personajes. Todos tienen su cosita, pero me quedo con la manager del grupo, una mujer la mar de expresiva.
Cada capítulo son unos 15 minutos, incluidos dos temas, uno de DMC de cabecera y otro de la versión pop de Negishi como final. Entre medio, el descontrol y situaciones realmente dantescas.
La versión película incluye la aparición de Gene Simmons, el cantante de Kiss, grupo en el que está basado esta banda y que además da nombre al grupo (por su canción Detroit Rock City).
Aunque solo sea por curiosidad, echadle un vistazo. Para mí, totalmente recomendable.
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